viernes, 24 de marzo de 2017

En tu libertad está tu fuerza

Eso me dijo un gato ayer. Un gato atrapado y desesperado. Un gato que necesita ser libre y vivir su vida, porque el no poder hacerlo le está generando mucha ansiedad y está perdiendo el control y siendo agresivo a veces. Los gatos también se irritan, y se angustian, y saben cuándo no quieren estar en un lugar. Su forma de comunicarlo es lo que nosotros no entendemos pero, ¿cómo te puede comunicar un gato que está frustrado y desesperado? No entendemos la agresividad de un gato, tendemos a pensar que "se le va la olla". Todavía no he conocido un gato loco en mi vida. Y este gato, tan precioso, tan fuerte, reducido a pura frustración por no poder hacer la vida que necesita.

Hay gatos que son almas libres, aunque no sean asilvestrados y sean cariñosos, pero no quieren depender de nosotros ni vivir encerrados con nosotros. Este es uno, y me recordó mucho a las personas, a las que vivimos encerradas en los deberes, quehaceres y obligaciones y hemos perdido nuestra libertad. No fluimos, no podemos ser, los días se pasan como horas y no hemos hecho nada. Tenemos sueños, pero nos levantamos cada mañana con esfuerzo e inercia para cumplir obligaciones. Hemos perdido la ilusión por hacer, por compartir nuestros dones, porque no los encontramos muchas veces. Pensamos que no somos buenos en nada, no podemos ofrecer nada al mundo que no exista ya. Qué falso pensamiento.

Me recordó lo atrapados que vivimos en nosotros mismos, con todos nuestros pensamientos, juicios, cultura, con todo lo que nos condiciona para no poder expresarnos libremente. Hay que dar una imagen, hay que cumplir con las obligaciones, hay que ser mejor que el de al lado, y cuando vemos un alma libre, un artista, le admiramos y deseamos ser como él. Yo creo que todos somos artistas, pero no todos hemos encontrado nuestra expresión plena. El necesitar dinero para vivir es una de las mayores trampas y mentiras de nuestra historia, lo que nos atrapa en estas vidas y nos impide ser quienes queremos ser. Tantos sueños rotos y desesperación... cuando en realidad, si cumples tu sueño, todo se coloca para ir bien y no te faltará de nada.

La carencia llega cuando la sientes, y la abundancia llega cuando la sientes. Para este gato toda su fuerza y abundancia es su libertad. No sé si algún día seremos capaces de observar a los gatos en libertad y sentirnos como ellos, y entender toda su plenitud al sentir su libertad. Ahora no somos capaces, sentimos miedo y necesidad de controlarlos. Hablo de un gato, uno especial, que me ha recordado lo importante que es poder ser uno mismo, y estar donde se quiere estar. Yo me siento así a veces, atrapada en lo que yo misma he creado, con ansiedad a veces por querer ser mejor y no conseguirlo, por querer hacer algo diferente que me llene más y me de más libertad al no tener que estar a la altura de nada ni resolviendo problemas de otros. Adoro mi trabajo y estoy agradecida cada minuto, pero como ser humano también necesito esa libertad de Ser. Me veo infravalorando muchas veces mis dones, cuando en realidad, hay tanta gente admirándolos. Pero yo a veces no los veo, y mi crítico interno no me permite creerme los elogios, los aplasta, algo que yo veo favorable. Sin humildad no hay aprendizaje, sin errores no puedo aprender. Si lo hago todo perfecto no estoy haciendo nada. Necesito equivocarme, probar, y gracias a las personas con las que trabajo cada día, me equivoco y aprendo. No soy la mejor, pero lo hago lo mejor que sé. Lo doy todo y con todo mi corazón intento estar. Pero me pasa a mi, y a todo ser humano de este planeta. Quién no ha sentido frustración, quién no se ha sentido atrapado en una vida que no quiere y no sabe cómo salir de ella. Cómo no te vas a poner agresivo si necesitas salir de ahí a toda costa. Cómo no te vas a enfadar si eres infeliz y no te entienden. Es la frustración de la infelicidad y el ahogo de estar atrapado en ti mismo, que terminaría si cerraras este capítulo de tu vida y encontraras eso que a ti te genera la sensación de plenitud. Puede ser respirar y meditar una forma de sentirlo, pero para vivir así cada día, tenemos que salir de aquí.

Tenemos que hablar, cantar, pintar, escribir, crear, dejar que nuestra alma se exprese y comparta el Amor que trae. Esa es nuestra libertad, al igual que lo es para este gato sentir el viento, poder esconderse, correr, cazar, y disfrutar de lo que él elige en cada momento.

Somos almas libres, como los gatos, pero nos hemos encerrado en tantas cosas que nos hemos creído... ¿quién no necesita liberarse? En mi libertad, está mi fuerza. Cuando consiga ser libre y expresar mi corazón, entonces, seré única, plena, y feliz, como él. Así que a la vez que yo tomo la decisión de ser libre, le doy las gracias por el mensaje y deseo de corazón que él también encuentre pronto su libertad y felicidad. Gracias, Bob.

1 comentario:

  1. Gracias por encontrar el momento. Agradecidas todas por el mensaje que nos trajo.
    Gracias.

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