viernes, 21 de agosto de 2015

¿De verdad te sientes solo?

Hoy se me saltan las lágrimas, por un lado desconcertada, por otro, agradecida. Una de mis mejores amigas del alma, compañera de vida, me decía hoy que había estado llorando porque ha habido un momento en que le ha pasado algo y se ha sentido muy sola. ¡Eso no es verdad y lo sabes! le dije. No estamos solos, nunca lo hemos estado ni estaremos. Algunas personas estamos derribando algunos muros y allanando un camino en algún tema, ella es una de esas personas, y todo lo que ha construido lo ha hecho a base de esfuerzo y amor por lo que hace. Ha abierto un camino y detrás de ella hay infinidad de personas caminando por ese camino con el mismo amor y gratitud por lo que aporta. ¿Sola? estamos rodeadas de personas que nos apoyan y creen en nosotras.

Se me saltan las lágrimas cuando de la nada saco un proyecto para mejorar mi trabajo con los gatos y es apoyado incondicionalmente por cientos de personas. Cuando yo no esperaba nada. De hecho una de antemano espera fracasar, es casi una condición humana. Cuando hablo de mi libro y las personas se emocionan y me emocionan a mi. No me enriquece en absoluto como persona ni me engorda. Al revés, me incomoda, me abruma y me hace sentir más pequeña, más responsable, y me da más miedo. Pero dentro de esa sensación que ya conozco y contra la que he luchado tantos años, he encontrado a una Laura más segura que ha conseguido ilusionarse con el amor de los demás. Ya no tengo ganas de correr y buscar otra profesión con menos responsabilidad. He tardado años en aceptar mi lugar, y eso ha sido gracias al apoyo incondicional de las personas. Haga lo que haga, siempre recibo cariño. Y eso me hace llorar de emoción. Alguna vez en persona en algún curso se me han escapado las lágrimas por esto. No tengo forma de expresar mi gratitud a todas y cada una de las personas y seres vivos que forman parte de mi realidad y encarnación.

Jamás me he sentido sola, ya no sólo por las personas, sino que siento que tengo un soporte, algo que no me deja nunca caer, que me proporciona vías de escape, me da ayuda, me allana el camino. Siempre que pido ayuda en silencio, la tengo, siempre están, siempre responden. Las personas que no reciben ayuda es porque no la piden. Es imposible que te sientas solo si pides ayuda. Nos sentimos solos cuando nos tragamos todo y pensamos que nadie nos va a entender, que nos van a juzgar. Me doy cuenta en los cursos del proceso que todas las personas hacen. Siempre llegan todos más o menos tímidos, reservados, y el segundo día están compartiendo con esos aparentes extraños cosas muy íntimas, lloran, lo dan todo, y son arropadas, comprendidas, no juzgadas, y sobre todo, siempre hay otra persona con la misma experiencia o problema, que les hace sentir mucho mejor y con la que empatizan. Pero el primer día no lo has visto, no lo cuentas, no lo compartes, y tampoco sabes los demás en qué batalla estamos, prejuzgamos a los demás siempre. Y te aseguro que todos los seres humanos estamos en alguna batalla o varias. Pero las peleamos en silencio, nos han enseñado que hay que aguantar y tragar y cada uno con lo suyo. Pero no es así ni tiene que serlo. Una cosa es ser responsable con lo de uno mismo y no echárselo al de al lado y otra cosa es tragarlo solo.

Aclaro: cuando digo que jamás me he sentido sola, no es cierto tal como lo lees. Si escribo esto y hablo de ello es porque me he sentido sola hasta el extremo de llegar a la resignación y con ello pasar a la fe. Es lo único que me ha quedado y desde donde he llegado a sentir que en realidad no estoy sola. Por eso afirmo que en realidad, al final, nunca me he sentido sola. Me he quejado a mi amiga de sentirme sola mil veces, por tan sólo una que me ha dicho ella en un pequeño mal momento puntual, que ha inspirado a hablar sobre mi propia experiencia sobre la soledad.

Todos tenemos seres vivos que nos aman, sea familia y animales, pero luego hay otra familia preciosa que te sostiene en el más puro amor, con una luz preciosa, y que siempre está contigo en todos los planos de tu existencia. Tus gatos están conectados con ella. Sólo nosotros no recordamos, pero sabemos que ese soporte está ahí. No nos van a enviar un millón de euros, quizás, porque no te hacen falta para desarrollar tu propósito, de hecho te desviaría de él. Pero te has dado cuenta de que están ahí. Incluso en el monte más perdido del mundo, están allí contigo. Jamás puedes sentirte solo. No le pongas nombre, no importa, sólo siéntelo y recuerda todas las ocasiones en que han ocurrido milagros en tu vida, en que has superado todo lo que te ha ocurrido, en que por "suerte" te han ayudado o llegado cosas que te hacían falta. Muchas veces medito sólo para sentirles, y darles las gracias. Sé que están. Sé que hay una Laura de luz que ama a la Laura humana. ¿No lo sientes tú también? ¿Cómo te puedes sentir solo?

Sólo puedo agradecer, desde mi punto de vista, desde mí, todo lo que vosotros me dais, los que me leéis, los que venís a mis cursos, charlas, los que me llamáis para trabajar con vosotros y vuestros gatos. Los que os leéis mi trabajo, lo difundís, habláis bien de mi, me recomendáis. En estos últimos 7 años que llevo con Terapia Felina no puedo creer lo acompañada que estoy. Empecé de la nada, de cero, sin espectativas, sólo quería ayudar a los gatos porque trabajaba en la protectora y veía tantos abandonos y eutanasias que tenía que hacer algo, aportar un poco a las personas que no querían a su gato para que lo entendieran y no lo abandonaran. Y ahora me veo en un punto en el que estoy trabajando en dos libros, montando una asociación para ayudar a los voluntarios, con cursos que se llenan meses antes, recibiendo consultas a diario y teniendo que parar y encontrar espacios de tranquilidad porque me saturo. Y mi aparente éxito alegra a muchas personas que me quieren de corazón. Y eso ya, termina de llenar y de aplastar la inseguridad de una. La palabra "gracias" se queda corta. Me hacéis mejor persona y me hacéis dar lo mejor de mi, he crecido por vosotros, aprendido con vosotros. Y mis ángeles me acompañan y apoyan en este proceso de vida. Y mi gata Moway, que últimamente no me deja sola. No sé cuándo ni cómo acabará esta encarnación, si acaba, pero no tengo miedo. Porque recibo mucho amor y es lo que me sostiene. Y por ello confío.

Si te sientes solo, piénsalo bien... no lo estás. Siéntelo... y mira cómo de acompañado has estado desde que naciste, por los que se ven y los que no.

No tenía intención de escribir hoy pero estas cosas se sienten y hay que soltarlas en el momento. Quiero que todos sepan, incluida mi amiga, que jamás estamos solos, aunque ella lo sabe mejor que yo y esas cosas se dicen en un mal momento, pero luego vuelves a tu sitio y sigues con tu historia. Todos tenemos derecho a una pataleta, pero sólo un poquito, luego hay que seguir disfrutando y valorando lo que tenemos alrededor.

Un beso y gracias a los que leen este pequeño blog <3

lunes, 22 de junio de 2015

¿Me ayudas a cambiar el mundo? Entonces cambia conmigo

No me termino de adaptar a este mundo, me chocan tantas cosas. Hace mucho tiempo que me siento observadora y apenas interactúo, eso también creo que no es sano para mi. No me acostumbro a ver cómo en redes sociales hay que linchar a alguien, si no es un político, será un animalista que ha ido contra el "código", o cualquiera, da igual, pero hay que criticar, protestar, siempre en contra de alguien, así que veo personas que se vuelven extremistas por un momento y reivindican algo con mucha ira e intolerancia, luego se siguen tomando el café delante de su ordenador y se ríen con un chiste tonto. Lo triste es que luego cuando hay que salir a la calle a protestar de verdad, o cuando hay que actuar, nos quedamos en casa mirando hacia otro lado. No me acostumbro a ver cómo nos peleamos a diario por cualquier cosa, perdiendo tanto tiempo delante de un ordenador sin saber siquiera a quién le estamos hablando. Perdemos las formas, perdemos el norte totalmente. Luego publicamos algo espiritual también, porque nos parece genial y nos identificamos con ello. No se puede estar más desconectado de la vida y de uno mismo, es absurdo.
Me siento muy mal y me entristece mucho ver cómo nos relacionamos y lo que nos mueve. Lo cómodos e hipócritas que somos.

No quiero y me niego rotundamente a vivir en este mundo que hemos creado así. Si estoy aquí es porque he venido para cambiarlo, no para tolerarlo así y formar parte de él tal como es, y se perfectamente que debo cambiarlo desde mí, empezando por mi interior, floreciendo.
Esta mañana he sonreído a tres personas casualmente y me han devuelto la sonrisa. Luego he pitado a un coche que hizo una maniobra arriesgada y evidentemente me devolvió lo mismo. ¿Crees que todo es casual? He sido muy consciente de todo ello. ¿Cómo creas tú tu realidad? ¿Qué das y qué recibes?

Decidí amarme más a mi misma, menos maquillaje, más moño, más ropa que me gusta a mi, mirarme al espejo y reírme, quererme y mostrarme tal cual soy, el michelín, payasadas incluidas, opiniones, sin vergüenza, sin temor a quedar mal, se me quiere tal como soy. Las personas que me saludan no se fijan en si voy maquillada o no, me ven a mi y me sonríen. Soy yo la que opino que hoy no estoy tan mona. Pues ahora voy a estar preciosa todos los días, pero desde dentro. Siempre he sido muy segura de mi misma y me ha dado igual la opinión de los demás, pero ahora quiero serlo más, no quiero aparentar nada más que lo que soy.

Me choca cuando mis alumnos dicen "Laura es todo amor". No sé en qué momento ni cómo las he podido engañar para que piensen eso de mi. La realidad es que soy muy amorosa, muy tolerante, he aprendido a no juzgar y a disfrutar de cada persona tal como es, esa sensación de paz que llevo conmigo cuando estoy con personas es la que transmito y sienten, pero no soy todo amor, soy un ser humano con su eterna batalla como cualquier otro. Incluso puedo decir que es parte de una maniobra victimista o defensiva de "no me hagas daño, mira qué maja que soy". Cada vez me conozco mejor.

Pero sobre el amor he aprendido mucho y es el camino que elegí tomar. Y disfruto mucho de las personas, algo que parece irracional a día de hoy. Parece que lo normal es odiar a la humanidad y si no eres así es que vives en una utopía y eres imbécil, o un "happyflower". Yo no soy nada de eso, y no odio a la humanidad, al revés. Amo a cada ser vivo que compone este planeta pero no me gusta cómo funcionamos.

Hace poco hice una entrevista y afirmé que para mi no hay gente mala. Pero el entrevistador discrepó y empezó a citar todo tipo de vejación y maltrato que hace el ser humano. Sigo sin ver gente mala. Pero no se entiende esto. Intento entender cómo pienso esto para poder explicarlo, pero las personas que afirman que las personas son malas no quieren escuchar mis explicaciones aparentemente utópicas. Disfrutarían más linchando públicamente a alguien antes que perdonando. Pero es que para perdonar hay que entender la vida. Los animales me enseñaron que no hay gente mala, mis experiencias, mis maestros, algún libro que otro, la comprensión que he llegado a adoptar de lo que es la vida, la encarnación, el ser humano, me hacen estar segura de que no hay gente mala. Cada persona por separado es maravillosa, y todos cometemos errores a diario, hacemos daño o lo hemos hecho. Casos extremos como la madre que mata a su hijo, el hombre que pega a su perro. No veo el acto en sí para juzgarlo ni siento que necesiten castigo. Necesito ir más allá y ver cómo está esa persona y qué le ha llevado a ello, el amor que le falta, que no ha tenido, que no ha sabido dar. Sé que ese bebé y ese perro son parte de este mundo pero perdonadme, también sé que perdonan porque entienden la vida. Y tantas otras cosas que se basan en las leyes naturales. Tan sólo por esta afirmación seguro que hay personas que ya quieren criticarme a mi por no sentir ese odio y necesidad de castigar a los maltratadores. Me da igual, no quiero que el mundo funcione así y no caeré en esa trampa. Mantengo que este mundo es temporal, irreal, que estamos experimentando la encarnación, y que todo lo que ocurra en este mundo es un puro aprendizaje, que estamos perdonados antes de nacer incluso, y que poco a poco vamos avanzando hasta volver a ser el Amor incondicional que somos, del que venimos, al que vamos. Es tan sólo un día de colegio, como afirmaba el Dr. Bach. Quizás Jesucristo es lo que sabía, que no estamos aquí, y perdonó. Es lo que aprendí en un Curso de Milagros. No soy religiosa, no tengas miedo, es otra cosa que también produce rechazo. Son inspiraciones que me ayudan a pensar que todo esto realmente no importa tanto y que hasta las personas más depravadas tienen un Ser superior, son un Alma y no un trozo de carne insensible, que es igual que la mía, pero experimentando cosas diferentes. Por eso estamos perdonados de antes, sólo somos nosotros los que no perdonamos y generamos toda esta basura de odio. Y que todos nuestros actos y experiencias deben acercarse cada vez más al Amor incondicional. El que maltrata lo encontrará también, nadie va a quedarse atrás. Yo considero que he podido maltratar también, y trabajo para perdonarme.

He vivido media vida rescatando animales, ya escribí sobre ello anteriormente, y me he dejado arrastrar por el odio que mueve la protección animal, hasta que no quise formar más parte de eso. Ahora tengo un proyecto precioso para ayudar en este campo del voluntariado de los animales, porque debemos cambiar urgentemente cómo lo estamos haciendo si queremos ayudar, para hacerlo en positivo y con amor, no con sufrimiento y odio. El día que me vaya de este mundo, espero haber cambiado algo, pero aún así espero tener mucho tiempo porque aquí hay mucho, mucho trabajo.

lunes, 6 de abril de 2015

Recogerse ante la tormenta

Trabajar desde la Presencia de uno requiere conocerse muy bien y saber cuándo se está y cuándo se debe parar. Mis herramientas son mi corazón, mi energía, y las tengo que cuidar cada día para estar bien centrada en ello. Un Comunicador Animal profesional debe trabajar bien a fondo todo esto, su Ser, su interior, y es algo que requiere años, media vida. No se es Comunicador Animal por un curso de un fin de semana, ni porque se te haya encendido una luz y decidas dedicarte a ello. Hay que aprender y trabajar mucho, simplemente por respeto a los animales.

He tenido que indagar en mi interior, reconocer mi Corazón, mi Ego, y hacer que se lleven bien, que no tengan conflictos, ser Uno con todo y consciente de la creación de mi propia realidad, de quién me acompaña, quién ilumina y quién necesita luz, quién me ama de corazón y quién simplemente me desea. Ser responsable conmigo misma y de mi creación a cada instante, ser muy limpia, honesta, humilde, sin necesidad de demostrar nada. Estar presente en el aquí y ahora y saber lo que es el Silencio,  bucear en mi interior y encontrarme, amarme, despejando y colocando todo aquello que me aleja de mi Esencia, es tan importante. No consigo ver con claridad que uno pueda ser Terapeuta y/o Comunicador Animal y siga juzgando a las demás personas o sintiendo envidia, rabia y rechazo. Si no trabajas con tu Corazón, si no lo has limpiado, no se puede utilizar, pues ése es el Canal de Comunicación. No se puede hablar de Amor Incondicional si no sabes lo que es. El Amor que se siente por todo, seres vivos (humanos, todos ellos, animales, reino vegetal, mineral...), no hace distinciones.

En estos días he pasado por una removida que ya está pasando, parece. Muchos nos hemos sentido mal, tristes, han ocurrido desgracias, hemos enfermado, y nuestros animales también. A veces ocurre y todos lo vivimos pero no nos damos cuenta de ello y pensamos que tenemos "mala suerte" o que sólo te ha pasado a ti por casualidad. Pero todos estamos en este viaje a la vez y todos estamos igual, por eso nada nos diferencia, ni nadie es mejor ni peor que nadie. Date cuenta de que cuando están así las energías, es momento de recogerse y no trabajar con ellas. La semana pasada yo estuve mal y el cuerpo pedía reposo y no trabajar demasiado, y así lo hice. He aprendido a notar hasta lo más sutil y a parar cuando no estoy al 100%. La mayoría de las personas con las que trabajo no saben el gran esfuerzo que me supone cada consulta, estar aquí haciendo lo que hago. Otros han visto un negocio fácil e intentan simularlo, pero van a caer muy rápido, ya que no se trata de nada tan superficial. Poner mi energía a tu servicio para mi es mucho y es lo que tantos años me está costando trabajar, tener mi energía bien alineada, cuidada y protegida para usarla al servicio de los demás.

Pongo todo mi amor en cada caso que trabajo, cada correo que contesto, cada curso que doy. Es visible y se nota. Es así, sale solo, como debe ser. Pero tiene un coste para mi. No se tiene en cuenta pero no me importa porque es mi decisión hacerlo y quiero que así sea. Me preocupa mucho cuando un caso no va todo lo rápido en su evolución como quisiera, dudo de mi y me enfrento a mis propios miedos e inseguridades cada vez que esto pasa. Las supero y sigo adelante, porque hay otros 99 casos que van solucionándose muy bien. Sólo si uno no va bien ya me siento mal. Afortunadamente pasa muy pocas veces y siempre intento hacer todo lo posible por estar presente, ayudar en todo lo que pueda, con todo mi corazón. A veces el resultado no es el que uno espera, pues es el gato el que de alguna forma decide el desenlace, si le dejan. Otras veces es la persona la que se deja llevar por sus resistencias y no da la oportunidad al trabajo más profundo. Más no puedo hacer.

Cuanto más avanzo en mi mundo más me estoy encontrando con la doble cara. Veo cómo en las redes sociales mi "popularidad" aumenta, cómo cada día tengo más trabajo, más seguidores, los cursos se llenan, más personas que me escriben aunque sea sólo para darme las gracias por la información de mi web, no me asusta nada ni tampoco me atrae, veo que está pasando y estoy agradecida porque puedo seguir aquí un día más, gracias a las personas. Pienso que debo estar haciendo bien mi trabajo para que cada día más personas lo valoren. Pero por otro lado veo que hay personas no tan agradecidas, miedosas, envidiosas, celosas, que por puro ego dicen algo absurdo, me sueltan alguna tontería salida de un prejuicio o intentan desprestigiarme. Los veo, lo sé, me entero al final porque este mundo es muy pequeño, pero sencillamente lo ignoro, no quiero poner mi atención ni energía ahí. Es tan duro el resultado de las propias críticas de mi cabeza que no tengo más tiempo que perder con alguien que ni me conoce ni sabe absolutamente nada de mi, ni de lo que pienso, ni nada. Bastante tengo con calmar mi mente y mi Ego como para intentar demostrar algo al Ego de otro. Es absurdo. Como he aceptado mi presencia en este mundo, he aceptado mi trabajo y he decidido hacerlo de todo corazón sin esperar nada a cambio, todas estas cosas se van disipando, aunque siga ahí el miedo a que alguien me haga daño, al final sé que son mis propias críticas reflejados en otros, así que lo trabajo de forma interna, nunca echo balones fuera, ya no.

El otro día vi una escena de lo más cotidiana pero en aquél momento me hizo pensar. Iba una persona con su perro por la calle, se cruzó con una mujer que al ver al perro se paró a hacerle unas caricias y se convirtió en un momento de amor mágico. Desconocidos que se aman en un momento sin más. Es eso lo que nos atrae de los animales y nos repulsa de las personas, soy muy pesada pero lo digo: el Ego. Los animales no tienen y te aman incondicionalmente, es lo único que estamos esperando de la vida, el Amor incondicional, sea de la divinidad en que creas, trasladado al ser humano. Nos encanta un elogio, un piropo, cualquier signo de aceptación, de amor, de cariño, un abrazo sin motivo más que darlo. Nos encanta que nos reconozcan y nos quieran, que nos den cosas, objetos, dinero o amor, recibir algo que alimente nuestro Ego y nuestro Corazón. Pero no soportamos a los seres humanos porque tienen el mismo Ego que tú, que genera críticas, juicios, dolor, hace daño porque no se ama ni es capaz de amar a nadie, es rencoroso, envidioso, todo miedo. Tenemos que cambiar el mundo, y tal como nos sentimos amados por los animales, ser nosotros capaces de amar así también a las personas, siendo capaces de perdonar cualquier cosa en este mundo irreal y temporal.

Siento que esta última removida aún me ha dejado algo de ese dolor profundo del ser humano, porque algo sigue cambiando para todos y lo estoy sintiendo. No me puedo permitir unas vacaciones pero sí he bajado un poco el ritmo de trabajo hasta que esta "nube densa" pase. Hay que tener cuidado con las energías, cómo se mueven, y saber recogerse a tiempo, así como con las malas intenciones y pensamientos que generamos hacia los demás: cuidado, hacen daño, a esa persona y a ti. No es necesario, es absurdo. Dedícate a lo tuyo, a sobrevivir, a encontrar ese Amor que te falta, y ayuda al de al lado a conseguirlo también. No tienes otra cosa que hacer más que eso. Yo hago lo que puedo con todo mi corazón y como mejor sé, por ti, por los demás, y por mí. Este vacío que todos tenemos sólo se puede llenar con Amor y de Amor. Da para recibir.

jueves, 15 de enero de 2015

¿Estás?

Este año 2015 me está regalando muchas cosas y acaba de empezar. Para mi, 2014 ha sido muy duro físicamente, aunque ya llevo muchos años quejándome de tener cuerpo, porque duele, limita y molesta, entre otras cosas, y luchando, como hacemos todos cada día, conmigo misma, mis debilidades y autoreproches.

He llegado a la cima de una montaña y ahora siento que puedo bajar más tranquila. Algo ha cambiado que me vibra el corazón durante todo el día, como la sensación de estar enamorado profundamente, que sientes que el pecho te arde, ilusión y ese amor. Pero esta sensación no va por nada ni por nadie en concreto, eso es lo genial... que estoy así todo el día. Será amor por la vida... que es lo último que he conseguido entender.

Lo escribo porque creo que servirá a más de uno/a, ya que para mi ha sido un camino de 35 años (más lo que viene). Y lo escribo con lágrimas en los ojos porque me emociono al compartirlo y creo que a alguien le puede ir bien, aunque todos y cada uno de vosotros tiene su propio camino y subirá tantas montañas como sean necesarias, compartir ayuda y une, es una forma de dar.

Creo que nos pasa a todos, y más ahora, que no entendemos de qué va todo esto, que nos da miedo la enfermedad, o mismamente la estamos sufriendo como si fuera un castigo, y nos sentimos condenados a morir tarde o temprano, sin saber siquiera qué significa eso. Como que nos han soltado aquí sin decirnos nada y no sabemos ni para dónde tirar, sólo que tenemos que luchar para sobrevivir de la mejor manera posible y ya está. Ésa ha sido mi sensación, estar perdida, pese a sentir compañía y a mis guías conmigo, como que no me he enterado de nada, aunque en realidad si lo he hecho, pero el proceso es tan lento que no te das cuenta y piensas que sigues perdido.

Todo tiene su momento y la información te llega cuando eres capaz de integrarla en su sitio y bien. Si supiéramos todo no podríamos hacer lo que hemos venido a hacer. Te voy a contar algo de lo que no me siento orgullosa pero es lo que es, y estoy segura de que lo vas a entender.

En toda mi vida me he sentido frustrada y he llegado a no querer vivir. Si la vida es esta, cuerpo y limites, dolor, crueldad, sufrimiento, yo no he querido estar. He intentado escaparme todo lo posible, y pese a ello he ido haciendo mi tarea.Gracias a mi tarea con los gatos y sus personas, he ido trabajando estos limites y sufrimientos que uno sólo se crea. Esa sensación de no querer estar me ha perseguido toda la vida, por miedo principalmente, y esa actitud, junto con la de víctima, y los autoreproches, la sensación de culpa por todo que vamos heredando unos de otros, me ha mantenido con dolor o enferma casi siempre. No sabía lo que es vivir sin dolor. Si no es una cosa es otra, o enfermedad. Piensas que te atacan otros, pero cualquier cosa que te esté pasando no viene de nadie más que de ti mismo. El mayor atacante eres tú, no hace falta nadie más.

2014 me ha traído muchísima sabiduría y herramientas que, desde que las uso, mi mundo ha cambiado. Hay dos cosas que son lo más importante para mi, una es el perdón, y la otra la gratitud. Con eso, he llegado a la cima de mi montaña y he visto lo bonito que es este mundo y el ser humano. El perdón es difícil, hasta que veas lo responsable que eres de todo lo que te rodea. Hasta que entiendas que en este mundo caduco nada es real y por tanto nada importa tanto como para sufrir por ello. Es temporal, es una enseñanza, no está aquí en realidad, tu alma está intacta, por tanto se me está haciendo más fácil perdonar. Se puede perdonar en el momento y de repente la situación cambia. O puedes trabajar el perdón con algo más profundo hacia alguien. Y el perdón hacia ti mismo es un trabajo para toda la vida.

La gratitud es lo primero que doy antes de recibir nada. No hay que esperar a recibir para dar las gracias. Es justamente al revés. El secreto de la abundancia no reside en el "no tengo", sino en el "gracias por lo que tengo". Entonces, valorando lo que tienes, tendrás más de eso. Es realmente poderoso y así lo he venido practicando. Ha cambiado todo. Doy gracias hasta por el euro que sale de mi cartera para pagar el pan, por comer cada día, por llegar a casa con la compra hecha y ver la nevera con comida. Por ver a mi hija sonreir. Por cada persona que me escribe, por cada gato y persona con los que trabajo. Doy gracias a todo lo que me llega y así me está llegando más. Ya no me quejo de lo que no me llega, de que un curso se tenga que posponer, de que alguien me deba dinero, no pongo energía en eso, en la escasez. Justo al revés... Si no, no salimos de esa espiral. Si te crees que hay crisis y que no hay dinero ni trabajo, estás en esa espiral. Sal de ahí dando la gracias y perdonando. Si a esto le sumas la confianza ciega en tu Alma, tus guías o ángeles, a la Fe, ya es una maravilla.

Y para acabar el año, enferma y muy removida, hice mi tercer trabajo de sanación de antepasados y ancestros. Me emocioné al final, cuando vi a cada uno de mis ancestros despedirse de mi, dar las gracias, y salir de allí con alas que brillaban. Tras unos días, recibí mi primer regalo del año. Bueno, ha sido más de uno, pero te cuento el que lo ha cambiado todo. Pese a ser obvio, para mi no lo ha sido.

Un día me desperté porque alguien me hablaba. Decía que Dios nunca se olvida de dar, sólo que a veces cambia la forma de hacerlo. Empecé a meditar a diario, y al pedir ayuda, el mensaje más importante que me llegó fue que debo querer estar. Para este año he pedido salud, lo que me lleva faltando media vida, la abundancia ya sé cómo llega, la felicidad la tengo, el Amor lo tengo, pero mi cuerpo me seguía molestando tanto que no quería estar en él. La solución ha sido querer estar en él. Así de fácil. Me han enseñado que estoy aquí porque tengo que estar, que necesito estar presente y querer estarlo. Toda la evasión, autoreproche, miedo, duele mucho, en el cuerpo. La espalda, el cuello, los hombros, la cabeza, el estómago, todo. Todo se disipó en el momento en que decidí estar y confiar plenamente en mi presencia. He rellenado mi espacio con ella, me he fortalecido y en pocas horas aprendí a ser feliz con mi cuerpo y estando aquí.

Nos pasamos la vida leyendo a gurús, yendo a cursos, haciendo terapias, pero... lo más importante, tu presencia, tu corazón, tú... está aquí? Quieres estar? estás cumpliendo la tarea de tu alma?

Llevo 15 días sin dolor alguno y enamorada, energetizada y vibrando. Si siento algún dolor, le digo que le amo y perdono lo que lo generó, lo libero, relleno ese posible hueco, y desaparece. Y si mañana enfermo, ya no lo veré como un ataque, seguiré sintiendo mi cuerpo plenamente y aprendiendo de él, transmutando, como hacen los gatos. Seguiré meditando cada día y estando presente, amando. Gracias.