lunes, 22 de junio de 2015

¿Me ayudas a cambiar el mundo? Entonces cambia conmigo

No me termino de adaptar a este mundo, me chocan tantas cosas. Hace mucho tiempo que me siento observadora y apenas interactúo, eso también creo que no es sano para mi. No me acostumbro a ver cómo en redes sociales hay que linchar a alguien, si no es un político, será un animalista que ha ido contra el "código", o cualquiera, da igual, pero hay que criticar, protestar, siempre en contra de alguien, así que veo personas que se vuelven extremistas por un momento y reivindican algo con mucha ira e intolerancia, luego se siguen tomando el café delante de su ordenador y se ríen con un chiste tonto. Lo triste es que luego cuando hay que salir a la calle a protestar de verdad, o cuando hay que actuar, nos quedamos en casa mirando hacia otro lado. No me acostumbro a ver cómo nos peleamos a diario por cualquier cosa, perdiendo tanto tiempo delante de un ordenador sin saber siquiera a quién le estamos hablando. Perdemos las formas, perdemos el norte totalmente. Luego publicamos algo espiritual también, porque nos parece genial y nos identificamos con ello. No se puede estar más desconectado de la vida y de uno mismo, es absurdo.
Me siento muy mal y me entristece mucho ver cómo nos relacionamos y lo que nos mueve. Lo cómodos e hipócritas que somos.

No quiero y me niego rotundamente a vivir en este mundo que hemos creado así. Si estoy aquí es porque he venido para cambiarlo, no para tolerarlo así y formar parte de él tal como es, y se perfectamente que debo cambiarlo desde mí, empezando por mi interior, floreciendo.
Esta mañana he sonreído a tres personas casualmente y me han devuelto la sonrisa. Luego he pitado a un coche que hizo una maniobra arriesgada y evidentemente me devolvió lo mismo. ¿Crees que todo es casual? He sido muy consciente de todo ello. ¿Cómo creas tú tu realidad? ¿Qué das y qué recibes?

Decidí amarme más a mi misma, menos maquillaje, más moño, más ropa que me gusta a mi, mirarme al espejo y reírme, quererme y mostrarme tal cual soy, el michelín, payasadas incluidas, opiniones, sin vergüenza, sin temor a quedar mal, se me quiere tal como soy. Las personas que me saludan no se fijan en si voy maquillada o no, me ven a mi y me sonríen. Soy yo la que opino que hoy no estoy tan mona. Pues ahora voy a estar preciosa todos los días, pero desde dentro. Siempre he sido muy segura de mi misma y me ha dado igual la opinión de los demás, pero ahora quiero serlo más, no quiero aparentar nada más que lo que soy.

Me choca cuando mis alumnos dicen "Laura es todo amor". No sé en qué momento ni cómo las he podido engañar para que piensen eso de mi. La realidad es que soy muy amorosa, muy tolerante, he aprendido a no juzgar y a disfrutar de cada persona tal como es, esa sensación de paz que llevo conmigo cuando estoy con personas es la que transmito y sienten, pero no soy todo amor, soy un ser humano con su eterna batalla como cualquier otro. Incluso puedo decir que es parte de una maniobra victimista o defensiva de "no me hagas daño, mira qué maja que soy". Cada vez me conozco mejor.

Pero sobre el amor he aprendido mucho y es el camino que elegí tomar. Y disfruto mucho de las personas, algo que parece irracional a día de hoy. Parece que lo normal es odiar a la humanidad y si no eres así es que vives en una utopía y eres imbécil, o un "happyflower". Yo no soy nada de eso, y no odio a la humanidad, al revés. Amo a cada ser vivo que compone este planeta pero no me gusta cómo funcionamos.

Hace poco hice una entrevista y afirmé que para mi no hay gente mala. Pero el entrevistador discrepó y empezó a citar todo tipo de vejación y maltrato que hace el ser humano. Sigo sin ver gente mala. Pero no se entiende esto. Intento entender cómo pienso esto para poder explicarlo, pero las personas que afirman que las personas son malas no quieren escuchar mis explicaciones aparentemente utópicas. Disfrutarían más linchando públicamente a alguien antes que perdonando. Pero es que para perdonar hay que entender la vida. Los animales me enseñaron que no hay gente mala, mis experiencias, mis maestros, algún libro que otro, la comprensión que he llegado a adoptar de lo que es la vida, la encarnación, el ser humano, me hacen estar segura de que no hay gente mala. Cada persona por separado es maravillosa, y todos cometemos errores a diario, hacemos daño o lo hemos hecho. Casos extremos como la madre que mata a su hijo, el hombre que pega a su perro. No veo el acto en sí para juzgarlo ni siento que necesiten castigo. Necesito ir más allá y ver cómo está esa persona y qué le ha llevado a ello, el amor que le falta, que no ha tenido, que no ha sabido dar. Sé que ese bebé y ese perro son parte de este mundo pero perdonadme, también sé que perdonan porque entienden la vida. Y tantas otras cosas que se basan en las leyes naturales. Tan sólo por esta afirmación seguro que hay personas que ya quieren criticarme a mi por no sentir ese odio y necesidad de castigar a los maltratadores. Me da igual, no quiero que el mundo funcione así y no caeré en esa trampa. Mantengo que este mundo es temporal, irreal, que estamos experimentando la encarnación, y que todo lo que ocurra en este mundo es un puro aprendizaje, que estamos perdonados antes de nacer incluso, y que poco a poco vamos avanzando hasta volver a ser el Amor incondicional que somos, del que venimos, al que vamos. Es tan sólo un día de colegio, como afirmaba el Dr. Bach. Quizás Jesucristo es lo que sabía, que no estamos aquí, y perdonó. Es lo que aprendí en un Curso de Milagros. No soy religiosa, no tengas miedo, es otra cosa que también produce rechazo. Son inspiraciones que me ayudan a pensar que todo esto realmente no importa tanto y que hasta las personas más depravadas tienen un Ser superior, son un Alma y no un trozo de carne insensible, que es igual que la mía, pero experimentando cosas diferentes. Por eso estamos perdonados de antes, sólo somos nosotros los que no perdonamos y generamos toda esta basura de odio. Y que todos nuestros actos y experiencias deben acercarse cada vez más al Amor incondicional. El que maltrata lo encontrará también, nadie va a quedarse atrás. Yo considero que he podido maltratar también, y trabajo para perdonarme.

He vivido media vida rescatando animales, ya escribí sobre ello anteriormente, y me he dejado arrastrar por el odio que mueve la protección animal, hasta que no quise formar más parte de eso. Ahora tengo un proyecto precioso para ayudar en este campo del voluntariado de los animales, porque debemos cambiar urgentemente cómo lo estamos haciendo si queremos ayudar, para hacerlo en positivo y con amor, no con sufrimiento y odio. El día que me vaya de este mundo, espero haber cambiado algo, pero aún así espero tener mucho tiempo porque aquí hay mucho, mucho trabajo.

1 comentario:

  1. Mi querida Laura,
    Después de leer tu entrada sentí la necesidad de contestar a tu queja. Me asusté tremendamente al leer tu desencanto, por favor, el mundo te necesita, necesita de tu corazón puro y tu increible don para amar.
    Hay días en los que me siento como tu, el oficio de amar no siempre resulta fàcil, hay momentos en que estoy cansada, defallezco. En mis meditaciones, que son como horaciones con Dios, o con la fuente de amor que es de donde venimos, primero pido perdón por mis ofensas a los demás, por mis negligencias, por mis imperfecciones, con la absoluta confianza de que son escuchadas y perdonadas. Luego me siento sumamente agradecida por saberme tan amada, y le pido a Dios que me de sabiduría para hacer las cosas como debo hacerlas y fuerza para las que más me cuestan. Y que se haga su voluntad, cuando rezo estas palabras Laura, algo muy fuerte me acoge, es la fe, sin esta fe yo, hoy dia, con los problemas que tengo, te digo en verdad que me volvería loca.
    En qué momento se separan los seres de su alma? Cuando se pierde el contacto con la esencia para pasar a vivir en el tormento?
    Estoy de acuerdo contigo, nadie es malo ni bueno, todos estamos en un proceso de crecimiento hacia alguna cosa mejor, y hay que respetarlo. Mirando a mis animales, veo que su mundo es mucho más perfecto, viven simplemente para satisfacer sus necesidades biológicas y luego se dedican a la contemplación, como pequeños budas en plenitud. Dios es contemplación.
    Te mando un fuerte abrazo, y mucha luz , recuerda que no estás sola en esta lucha, hay muchos seres maravillosos escampados como semillas por el mundo realizando el mismo trabajo, el de amar.

    ResponderEliminar